Las grandes empresas muchas veces desconocen la realidad de sus activos inmobiliarios, dificultando una gestión patrimonial efectiva.  El análisis de los activos patrimoniales le ayuda a determinar cuál es la realidad registral, catastral y judicial que afecta al inmueble, así como las posibles afectaciones legales y administrativas que pueden recaer sobre él, permitiéndole establecer cuál es la mejor manera de proteger los inmuebles de su propiedad. Esto facilita la definición de líneas estratégicas para una gestión patrimonial efectiva, determinando el curso a seguir para maximizar la rentabilidad y protección de sus activos, a la vez que sirve como base para la toma de decisiones a fin concretar cómo, cuándo y para qué los mismos pueden ser utilizados. En una época en que la información es poder, resulta una herramienta útil el integrar toda esta información en una cartografía corporativa que le permita crear a una empresa su propio sistema de información geográfica, el cual manejar capas de información interrelacionada sobre los inmuebles, sus características y atributos, facilitando una gestión efectiva.